Refrigeración pasiva: mejora la ventilación natural de tu hogar

La refrigeración pasiva es una técnica de refrigeración que ayuda a mantener una temperatura agradable en un edificio sin consumir energía.

Se trata, por tanto, de una alternativa a los sistemas de refrigeración activos que funcionan con electricidad, como los aires acondicionados.

A continuación, presentamos tres principios de refrigeración pasiva para optimizar la eficiencia térmica de tu hogar.

El confort térmico hace referencia a la sensación de confort en el interior. Depende de la temperatura interior, las condiciones de humedad, las corrientes de aire y la calidad del aire interior.

Un sistema de refrigeración pasiva, como la ventilación cruzada o el uso de materiales con alta capacidad térmica, ayuda a estabilizar la temperatura interior para contribuir a un mejor confort térmico general.

La transferencia de calor hace referencia al proceso de mover naturalmente el calor de un área caliente a un área más fría.

La transferencia de calor se produce principalmente de tres formas:

1. Por radiación: la radiación es la transferencia de calor en forma de radiación electromagnética, principalmente rayos infrarrojos. En una casa, el sol calienta las superficies exteriores (tejados, paredes y ventanas). Estas superficies luego irradian calor hacia el interior.
2. Por conducción: la conducción es la transferencia de calor a través de un material sólido (tejados, paredes y ventanas) que conduce el calor exterior hacia el interior.
3. Por convección: la convección es la transferencia de calor mediante el movimiento de elementos fluidos, principalmente aire, a través de corrientes de aire caliente y frío. Las corrientes de aire caliente aumentan el calor mientras que las corrientes de aire frío enfrían una habitación.

Para reducir la transferencia de calor debes proteger las superficies expuestas al exterior, aislar tu vivienda y ventilarla eficazmente.

La orientación de un edificio influye en la eficacia de un sistema de refrigeración pasiva.

Una orientación cuidadosamente planificada maximiza los beneficios del viento y minimiza la exposición directa a la luz solar para optimizar la eficiencia térmica del hogar.

El objetivo es mejorar la ventilación natural reduciendo el uso de aparatos de aire acondicionado.

La ventilación natural, o free-cooling natural, implica el uso de aberturas, como ventanas, puertas y respiraderos, para permitir la circulación de aire frío dentro del edificio mientras se expulsa el aire caliente.

Además de los sistemas de ventilación mecánica higiénicos (por ejemplo, VMC), la ventilación natural utiliza la diferencia de presión y temperatura para crear un flujo de aire intenso y continuo a través del edificio.

Al colocar cuidadosamente las aberturas, se puede maximizar el flujo de aire fresco y así permitir una refrigeración eficaz de los espacios interiores del edificio.

Ventilación cruzada, unilateral, de doble flujo, efecto chimenea... Para saber todo sobre las técnicas de ventilación natural, lee nuestro artículo especial: Ventilación natural en el hogar: ¿Por qué es tan importante?

1. Accesible y económico: fácil de integrar en obra nueva y reformas sin costes elevados.
2. Reduce la necesidad de aire acondicionado: la refrigeración pasiva ayuda a mantener el confort térmico sin necesidad de aire acondicionado, reduciendo la factura eléctrica.
3. Mejora la calidad del aire y la salud mediante el intercambio de aire, que reduce la presencia de contaminantes interiores. Los síntomas del síndrome del edificio enfermo se dan con más frecuencia en edificios con aire acondicionado que en edificios con ventilación natural (Wargocki et al., 2002)¹.
4. Garantiza un confort térmico equilibrado manteniendo una temperatura agradable y reduciendo las zonas de calor excesivo.
5. Adaptable y versátil: se adapta a todos los climas y estilos arquitectónicos y puede combinarse con otras técnicas.

Adopta las siguientes prácticas para optimizar la refrigeración pasiva en tu hogar mediante ventilación natural:

• Coloca ventanas y respiraderos en lados opuestos de la casa para promover el flujo cruzado de aire y maximizar la refrigeración.
• Instala ventanas de tejado para crear un efecto de chimenea y aumentar la eliminación del aire caliente acumulado cerca del techo, ayudando a enfriar toda la casa.
• Planta árboles y arbustos para dar sombra y dirigir la brisa hacia las aberturas del edificio (consulta el capítulo siguiente para saber qué árboles plantar).
• Instala persianas exteriores, cortinas exteriores o toldos para reducir la exposición al calor y al mismo tiempo seguir permitiendo la circulación de aire que contribuye a la refrigeración (consulta el capítulo siguiente para descubrir nuestras soluciones).

A continuación se muestran tres métodos más de refrigeración pasiva para mantener una temperatura agradable en tu hogar, sin recurrir a sistemas de aire acondicionado que consumen mucha energía.

La refrigeración por radiación es un método que permite a los edificios disipar el calor emitiendo radiación térmica a un ambiente más fresco, generalmente por la noche.

Este método aprovecha superficies reflectantes o materiales de cubierta especiales para reducir la temperatura interior.

La refrigeración pasiva por radiación puede requerir la aplicación de materiales de cubierta o pintura reflectante, no siempre accesible.

La refrigeración por evaporación pasiva es un método de refrigeración que utiliza elementos como depósitos de agua o superficies mojadas para reducir la temperatura del aire.

La evaporación del agua absorbe calor y, por tanto, ofrece una solución natural para enfriar el aire ambiente.

Este método no siempre es accesible porque requiere modificar los espacios existentes para integrar elementos de agua.

El acoplamiento a tierra aprovecha la temperatura estable de la tierra para moderar las variaciones de temperatura interior.

Al construir parcialmente el edificio bajo tierra o utilizar sistemas de transferencia de calor geotérmico (por ejemplo, tuberías de tierra), puedes mantener condiciones térmicas estables que mantengan tu hogar fresco.

El acoplamiento a tierra es un sistema que implica importantes obras de construcción e inversiones en energía geotérmica.

Para una refrigeración pasiva eficaz, te presentamos aquí tres elementos de diseño que influyen en la capacidad de un edificio para mantener temperaturas confortables de forma pasiva.

Un buen aislamiento y materiales adecuados limitan los aumentos de calor no deseados y mantienen una temperatura interior fresca. Los materiales con alta capacidad térmica pueden almacenar y liberar calor de forma controlada para mantener una buena refrigeración.

Ejemplos de materiales adecuados para refrigeración pasiva:

• Hormigón, por sus propiedades térmicas y su inercia.
• Ladrillo, que ofrece un buen aislamiento térmico y acústico.
• Materiales ecológicos, como el cáñamo o la celulosa, que son a la vez aislantes y duraderos.

Para garantizar la refrigeración pasiva de tu hogar, es fundamental la ubicación estratégica de las aberturas (ventanas, puertas, respiraderos y rejillas de ventilación) y la protección solar.

Las aberturas minimizan la ganancia de calor solar y maximizan la luz natural.

Soluciones como persianas exteriores, cortinas exteriores y toldos son eficaces para proteger las aberturas de la luz solar directa.

Además, las ventanas de tejado son la solución ideal para optimizar la refrigeración pasiva o la renovación del aire en tu hogar. Considera una solución de protección térmica entre las siguientes:

• Las persianas exteriores ofrecen una completa protección solar exterior, mejorando el aislamiento térmico y el confort en el interior del hogar.
• Las persiana flexible de oscurecimiento son una solución ligera que ofrece protección solar eficaz al tiempo que permite la ventilación natural.
• Las cortinas exteriores anticalor reducen el calor entrante y permiten el paso de la luz natural.

Descubre todas nuestras soluciones de protección térmica para ventanas de tejado en nuestra página dedicada: Cortinas y persianas exteriores - Protección solar exterior (vista previa).

Lectura adicional: ¿Cómo combatir el calor del verano utilizando al mínimo el aire acondicionado?

El color y la reflectividad de las superficies exteriores influyen en la cantidad de calor absorbido e irradiado por un edificio, optimizando su refrigeración.

La elección de colores y los materiales reflectantes pueden reducir la absorción de calor.

He aquí algunas recomendaciones:

• Utiliza colores claros: reflejan más luz solar y absorben menos calor que los colores oscuros.
• Aplica pinturas reflectantes: están diseñadas para minimizar la transferencia de calor al interior del edificio y por tanto contribuir a la refrigeración interior.
  
   

El paisajismo ayuda a optimizar las estrategias de refrigeración activa o pasiva para crear un ambiente más fresco y cómodo.

Selecciona y coloca estratégicamente árboles y plantas adecuados para:

• Minimizar la exposición directa al sol
• Reducir la temperatura ambiente alrededor de tu casa (la sombra de los árboles puede reducir la temperatura ambiente hasta 5 °C)
• Mejorar la calidad del aire, ya que las plantas filtran partículas finas y producen oxígeno

Para una refrigeración óptima, elige árboles de hoja caduca con follaje denso, como robles o arces. Proporcionan una gran sombra en verano y una agradable luz en invierno, cuando los árboles pierden su follaje.

Además, utiliza plantas trepadoras, como la hiedra o la glicinia, que pueden cubrir decorativamente las fachadas de la casa y contribuir a su refrigeración.