Diez consejos para mantener frescos a tus hijos durante el verano

Los niños son vulnerables al calor porque no siempre son conscientes de su propio malestar. Así que toma precauciones y edúcalos para detectar los signos de sobrecalentamiento.

En los niños, la sudoración excesiva, la fatiga, los dolores de cabeza o los mareos son signos de sobrecalentamiento.

En el caso de los bebés, coloca la mano en el cuello o en la parte superior de la espalda para medir el calor corporal, en lugar de en la frente. Si el bebé tiene estas zonas calientes o húmedas, es probable que tenga demasiado calor. Un body mojado también es una señal inequívoca de exceso de calor.

Presta atención al estado de ánimo del bebé. Es un excelente indicador de su temperatura corporal. Si está de mal humor, cansado o llorando puede estar intentando hacer ver su malestar por el calor.

Si crees que el bebé tiene calor, tómale la temperatura. Si la frente del bebé está más caliente que la tuya, no es buena señal. Mídele la temperatura de forma más precisa con un termómetro.

Durante las olas de calor, toma precauciones extra para proteger a los bebés o a los niños.

Utiliza un atomizador para refrescar el aire de la habitación o incluso para humedecer ligeramente la piel del bebé.

Presta siempre atención a las alertas meteorológicas y limita las salidas de los bebés durante los periodos de calor extremo.

Si es posible, pasa tiempo con el bebé en lugares con aire acondicionado, como centros comerciales o bibliotecas, para evitar temperaturas extremas.

Ofrécele agua al bebé con frecuencia y presta atención a signos de deshidratación o agotamiento por calor.

Para mantener frescos a niños o bebés durante el verano, utiliza ventilación natural para evitar la acumulación de aire caliente y viciado en tu hogar.

La técnica de ventilación cruzada implica abrir ventanas en extremos opuestos de la casa para crear un flujo cruzado de aire que sustituya el aire caliente por aire más frío.

Unas ventanas de tejado cuidadosamente instaladas mejoran el flujo de aire creando una corriente ascendente que ayuda a expulsar el aire caliente acumulado debajo de los techos y en las partes superiores de la casa. Esto se conoce como "efecto chimenea".

Emplea ventilación cruzada y el efecto chimenea durante las horas más frías del día y de la noche para preenfriar el interior de tu casa antes de que se alcancen altas temperaturas más tarde durante el día.

Durante el día, es aconsejable cerrar ventanas y puertas para limitar los intercambios de temperatura entre el interior y el exterior y preservar el frescor interior.

Cierra las persianas y equipa tus ventanas de tejado con cortinas y persianas exteriores. Estos accesorios ayudan a controlar el calor y la luz solar que entran a la vivienda:

• Las persianas exteriores ofrecen una completa protección solar exterior, mejorando el aislamiento térmico y el confort en el interior del hogar.
• Las persiana flexible de oscurecimiento son una solución ligera que ofrece protección solar eficaz al tiempo que permite la ventilación natural.
• Las cortinas exteriores anticalor reducen el calor entrante y permiten el paso de la luz natural.

Estos consejos te ayudarán a reducir el uso del aire acondicionado y a ahorrar dinero en tu factura energética.

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Lectura adicional: ¿Cómo combatir el calor del verano utilizando al mínimo el aire acondicionado?

Crear áreas naturalmente más frescas en jardines y patios protegerá a bebés y niños de la luz solar directa. He aquí tres consejos:

Los árboles de hoja caduca refrescan naturalmente los espacios de juego al aire libre:

• El arce es conocido por su espesa sombra y su rápido crecimiento.
• Los robles son anchos y brindan una cobertura duradera.
• Los tilos son ideales por sus hojas grandes que brindan una excelente protección frente al sol.

Las soluciones de sombra portátiles, como sombrillas grandes y velas de sombra, son ideales para crear áreas frescas y flexibles.

Coloca estos dispositivos en áreas de juego para brindar protección inmediata contra el sol y mantener frescos a los niños.

Las estructuras permanentes como pérgolas, cenadores y casas de juegos añaden valor estético a los espacios exteriores y, al mismo tiempo, proporcionan una sombra fiable y duradera.

Para mantener frescos a los niños durante el verano, asegúrate de que beban agua con regularidad para evitar la deshidratación.

Anímalos a llevar una botella de agua e incorpora frutas y verduras ricas en agua en sus meriendas.

La ropa ligera y transpirable, como el lino o los materiales que absorben la humedad, ayudan a mantener frescos a los niños durante el verano.

Estos tejidos permiten una mejor circulación del aire y por tanto ayudan a regular la temperatura corporal.

Accesorios como sombreros de ala ancha, gafas de sol con protección UV y sombrillas de colores claros protegen contra los rayos del sol y son precauciones sensatas que conviene tomar.

Estos accesorios proporcionan una barrera física contra el sol y reducen el riesgo de quemaduras solares y agotamiento por calor. ¡Son esenciales para mantener frescos a los niños durante el verano!

Es mejor mantener a los niños en el interior o a la sombra durante las horas de mayor calor, que suelen ser entre las 10:00 y las 16:00 horas.

Planifica actividades al aire libre temprano por la mañana o al final del día, cuando las temperaturas son más suaves.

La actividad física intensa puede aumentar rápidamente la temperatura corporal y el riesgo de deshidratación.

Anima a los niños a jugar con más tranquilidad o a participar en actividades acuáticas para refrescarse.

Asegúrate de que tomen descansos frecuentes y beban mucha agua.

Superficies como el asfalto y la arena pueden calentarse mucho bajo la luz solar directa.

Asegúrate de que tus hijos usen zapatos adecuados para evitar quemaduras y ampollas.

Los bebés y los niños pequeños son especialmente sensibles al calor.

Para proteger a tu bebé mientras viajas, mantenlo a la sombra el mayor tiempo posible, vístelo con ropa ligera y asegúrate de que se mantenga bien hidratado.

Si viajas en coche, evita hacerlo durante las horas de más calor. Utiliza sombrillas y realiza pausas periódicas para airear el coche. Nunca dejes a un niño solo en un coche.

Para proteger a tu bebé en la playa o de paseo, vístelo con ropa holgada y de colores claros, un sombrero y gafas de sol. Utiliza un cochecito con sombrilla y busca un lugar con sombra o utiliza un parasol. ¡Refresca a tu bebé regularmente y aplícale la crema solar adecuada!

Para mantenerlos frescos durante el verano, la temperatura ideal de la habitación del recién nacido debe estar entre 16 y 20 °C.

A continuación te damos algunas recomendaciones para mantener una temperatura agradable en la habitación del bebé o del niño durante la noche:

• Crea corrientes de aire: ventila la habitación temprano por la mañana o tarde por la noche. Durante el día, mantén las persianas cerradas.
• Usa ventilador: si usas ventilador, apágalo cuando el bebé esté durmiendo y nunca apuntes directamente hacia él.
• Viste al bebé con prendas ligeras: un sencillo body de manga corta puede ser suficiente. No llenes la cama con peluches y retira las paredes de la cuna para permitir que el aire circule libremente.
• Elige un colchón con clima controlado que esté diseñado específicamente para regular la temperatura del bebé: los colchones con tecnologías de regulación de la temperatura o materiales transpirables ayudan a prevenir la acumulación de calor y garantizan que el bebé se mantenga fresco y cómodo durante toda la noche.
• Utiliza sábanas bajeras de algodón: elige sábanas de algodón por su transpirabilidad.